1 de cada 4 patologías que sufren los edificios son causadas por humedades, de acuerdo a los datos del sector asegurador
Los denominados como sistemas SATE permiten además reducir al menos un 30% el consumo energético de los hogares
Los sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE) eliminan el riesgo de humedades y filtraciones de agua por la fachada, evitando así el paso del agua a las viviendas y sus efectos , según datos de Propamsa, la compañía experta en soluciones innovadoras para una construcción saludable, a través de su sistema Propam Aisterm.
Teniendo en cuenta que 1 de cada 4 patologías que sufren los edificios son causadas por las humedades, de acuerdo a los datos del sector asegurador, y en un momento especialmente sensible por el periodo de ‘gota fría’ y la DANA que recorre el país, es importante conocer cómo los hogares pueden protegerse por dentro y por fuera con el SATE, una especie de piel aislante e impermeable que se instala en la cara exterior de los edificios bloqueando las filtraciones de agua.
Además, al envolver y proteger la fachada de agentes externos como el frío, el calor o el agua, evita también que se formen humedades por condensación. Es decir, termina con el llamado efecto ‘pared fría’ que genera humedad y sensación de frío en el interior, provocando en consecuencia un consumo de energía innecesario.
Una solución avalada
En este contexto, Propamsa propone su gama de sistemas Propam Aisterm como solución de aislamiento térmico por el exterior, certificada por el Instituto Eduardo Torroja mediante Evaluación Técnica Europea (ETE) 09/0005, así como por su Declaración Ambiental de Producto (DAP) 007-001-03, que avalan su funcionalidad y sostenibilidad.
Este sistema, que está diseñado tanto para obra nueva como para la rehabilitación de edificios, está compuesto por diferentes elementos que trabajan de manera conjunta y es compatible con todos los tipos de aislantes como EPS, XPS, lana mineral, fibra de madera, corcho, etc. Además, cuenta con diferentes acabados para adaptarse a todo tipo de requerimientos y necesidades.
Un ahorro de luz del 30%
De esta forma, al tratarse de un abrigo para los edificios, también reduce las pérdidas energéticas, contribuyendo a reducir el consumo y la factura al menos un 30%, ya que permite mantener la vivienda a una temperatura adecuada tanto en invierno como en verano. Un dato importante si se considera además que el precio de la electricidad ha vuelto a marcar en estos días máximos históricos y se traduce en un incremento del recibo de un 25%.
Igualmente, estos sistemas de aislamiento térmico, al tratarse de una actuación que se realiza por el exterior de la vivienda, no reducen espacio interior -que con los sistemas tradicionales se ve afectado- ni alteran la vida diaria durante su instalación. Asimismo, este tipo de sistemas que aumentan el confort y la calidad de vida en casa, también mejoran y modernizan la imagen de los edificios e incluso pueden revalorizarlos más de un 20%, según datos de Andimac, la patronal de la reforma.