Mireia Font Martin, Directora de la Revista de la Construcción. – Este editorial busca una reflexión en los lectores y cuestiona el papel relegado, históricamente, de la participación de la mujer en actividades del sector por razones asociadas a roles y géneros. También busca abrir un debate constructivo, sobre las barreras que han frenado la incorporación de la mujer en el sector de la construcción.
Datos de estudios e informes del pasado año concluyen que de los 21 millones de personas que trabajan en el sector en Europa, solo el 9% son mujeres. En España, el 8,8%. También, que solo un 0,8% de ellas son “albañiles”, “canteros”, “electricistas”, “peones”.
Dejando a banda las barreras culturales, existe posiblemente una barrera más determinante e influyente: la propia mentalidad de la mujer, que actúa como una barrera intrínseca haciendo que ella misma no se vea como trabajadora en este sector, ya sea por falta de oportunidades, por falta de capacidad, por falta de referentes o por miedo al qué dirán. Tampoco podemos obviar las barreras existentes en el mercado, donde podría considerarse que el trabajo físico efectuado por una mujer es menos profesional que el realizado por un hombre.
Conseguir una industria más inclusiva, que permita una integración de la mujer en todas las fases del proceso constructivo, no únicamente en las áreas administrativas o en tareas conceptuales y especializadas, es responsabilidad de todos. Actualmente, cada vez son más las empresas que trabajan de forma transversal en los entornos académicos y profesionales, siendo parte activa de esta inclusión.
Probablemente, más que de lograr grandes hitos, se trate de dar pasos e ir sumando pequeñas victorias. Hoy, los agentes implicados del sector tenemos la responsabilidad de paliar esta brecha de género histórica y de derribar estas barreras que, históricamente, se habían acrecentado hasta crear esta disparidad.
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