El sector de la construcción industrializada, modelo de construcción que se basa en elaborar de forma automatizada en una fábrica al menos el 80 % los elementos necesarios, ha fijado las ventajas -eficiencia, sostenibilidad y consenso- que, bajo la opinión de los expertos, les sitúan a la vanguardia de la industria para el futuro más cercano.
En el Diálogos EFE Construcción “El papel de la integración vertical en el desarrollo de la construcción industrializada”, organizado por la Agencia EFE junto al Grupo Avintia, los participantes analizaron el potencial de este sistema para transformar la industria de la edificación ofreciendo alternativas al modelo tradicional.
En este sentido, la directora de desarrollo de negocio de BUILDING GLASS, Saint-Gobain, Isabel Sánchez-Camacho, ha explicado que se encuentran “en un inicio del proceso”, por lo que ha considerado que este sistema “puede abrir caminos paralelos y supone un cambio radical a la construcción tradicional”.
Mejores resultados
Desde su experiencia, ha considerado que automatizar el desarrollo de los elementos permite “avanzar en otros aspectos” como la innovación o la profesionalización de la mano de obra.
Eso sí, ha advertido que llevan “años” hablando de ello y necesitan que “se materialice” el progreso; idea que ha compartido el director general de Gerflor, José Manuel Suárez, para quien la construcción industrializada repercute en “un mejor producto”.
Para Suárez, al trabajar en una fábrica se puede, por ejemplo, replicar una pared siempre de la misma forma, lo que ayuda a tener controlado el producto que se coloca en la estructura y, sobre todo, ser fieles a lo que se comprometen con el consumidor final.
Viviendas industrializadas en España
En España, el porcentaje de casas industrializadas es inferior al 2 % aunque se espera que para 2030, con base en datos del Clúster de la Edificación, este mercado represente el 40 % del total de casas construidas, pasando de alrededor de 1.000 unidades a 7.500 para esa fecha.
El director de Construcción Industrializada en ávita, Francisco Nisa, ha manifestado que la administración pública está apoyando la vivienda asequible y sostenible, en la que bajo su criterio entra este tipo de construcción, por lo que considera positivo definir una diferenciación entre modelos.
Nisa ha profundizado en las fortalezas de este nicho, que no solo redunda en la eficiencia durante el desarrollo del proyecto, sino también en la postventa y mantenimiento de las estructuras.
El director de Marketing de BAXI, Jaume Alcover, ha comentado el “gran esfuerzo” de los fabricantes en I+D para garantizar la eficiencia de toda la cadena: “el producto solo no funciona, todo lo acompañamos con soporte. Cuando entregas un producto, piensas en que dure 20 o 30 años, por lo que volvemos a pensar en el usuario para el mantenimiento de esa construcción”.
En esta dirección, ha señalado la digitalización como “una palanca fundamental” que permite monitorear aspectos como el consumo o el desgaste de los materiales a la hora de prevenir posibles reparaciones.
Modelo colaborativo
Por último, el director de Operaciones de Kömmerling, Ignacio Mayoral, no ha querido perder la ocasión para desarrollar que la construcción industrializada se basa en un modelo de construcción conjunta en todo el recorrido, “una colaboración continuada” en la que todos los agentes de producción deben tener la sostenibilidad como eje principal.
“Apostamos por la innovación, creemos que hay que cambiar la forma en la que se construye y esto es un claro ejemplo. Creo que es positivo compartir esta visión con todas las empresas del sector. (…) La sostenibilidad no puede ser un tema de debate, tiene que estar intrínseco al proceso”, ha concluido. EFE