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La madera, un material tradicional con mucho futuro

    La revolución industrial trajo consigo cambios significativos en la manera de construir y producir materiales. Si el hierro y el acero eran los materiales reyes del siglo XIX, el hormigón los destronó durante el siglo XX y la madera, junto con otros de origen natural, aspira a ser una tendencia mundial que se afianzará en el sector de la construcción y de la edificación en lo que resta de siglo. 

    En un nuevo modelo constructivo en el que la sostenibilidad es más una necesidad que una opción, la madera como material de construcción recobra su protagonismo, entre otras cuestiones, por las propiedades únicas que guarda: de origen natural, biodegradable, renovable y reutilizable. Y es que una de las maneras de afrontar el compromiso con el medio, es cuidar también de la elección de materiales.

    Entre las características que definen a un material como sostenible están su capacidad de aislamiento térmico, no emitir sustancias nocivas o tóxicas durante su ciclo de vida, tener una larga durabilidad y minimizar la contaminación en su proceso de transformación, siendo así materiales que lejos de agotar el planeta, son generadores y reguladores. Así pues, los materiales etiquetados como sostenibles permiten una drástica reducción de emisiones en el antes, durante y después de su empleo, y la madera es uno de ellos.

    Según fuentes, se prevé que la demanda de madera aumente un 30% en los próximos 8 años, una tendencia al alza impulsada, entre muchas otras cuestiones, por las nuevas construcciones con etiquetas Passivhaus y consumo energético casi cero, que van de la mano del consumo de dicho material. Podemos afirmar que la industria está ya preparada para usar la madera como elemento estructural y tomar el relevo a otros materiales. De hecho, es ya una realidad en centro y norte de Europa y en otros continentes.

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