La construcción se presenta y es conocida como una actividad robusta y como un motor económico del país, sin embargo, el sector sigue topándose con muchas trabas y dificultades para encontrar profesionales para la ejecución de obras y proyectos, con especial foco en los jóvenes, cuya presencia se ha visto reducida de forma continuada desde 2008. El envejecimiento de sus profesionales sumado a que la construcción se presenta ante el público joven como un sector desconocido que no se prescribe en las escuelas ni en las familias, del que se tiene, además, una percepción distorsionada: conocimiento superficial de la actividad, basado en estereotipos y asociaciones negativas como la dureza del trabajo, condiciones físicas, a la intemperie, etc., constituyen unas de las principales barreras para la atracción de jóvenes y convierten la regeneración laboral del sector en un auténtico desafío.
A lo largo de los últimos años y en editoriales anteriores, hemos debatido mucho acerca de la problemática y de los por qué, pero es tiempo de enfocarnos en las iniciativas que pueden llevarse a cabo para tratar de suavizar esta problemática y hallar nuevas vías de acercamiento y seducción hacia los más jóvenes. Para ello hay que entender que existe una transformación cultural en la manera de ver y entender la vida por parte de las nuevas generaciones. La mentalidad de estas generaciones es la pieza faltante del rompecabezas, que quienes, con sus nuevas inquietudes ven que la industria se ha hecho menos atractiva para ellos.
En base a estos nuevos códigos, ¿cómo se pueden seducir estas nuevas generaciones? Algunas iniciativas compartidas en distintos foros de debate coincidían en poner foco en la conciliación y flexibilidad horaria. Desde que en el sector de la construcción el teletrabajo no parece un buen aliado, el equilibrio entre el trabajo y la vida es uno de los principales factores que los jóvenes consideran cuando buscan trabajo. Son generaciones dispuestas a encontrar soluciones creativas para trabajar de manera más eficiente. Fomentar la innovación y el uso de la tecnología en tu negocio de construcción. Son nativos digitales que llevan la tecnología, Internet y la instantaneidad en la sangre. Generaciones perfectamente capacitadas para buscar toda la información. Quieren utilizar la última tecnología y trabajar en un entorno innovador, lo que significa herramientas digitales y procesos automatizados.
Ofrecer algo de lo que estar orgullosos y reconocimiento de logros y desafíos. Existen varios estudios que informan que un alto porcentaje de jóvenes cree que es muy importante tener un impacto positivo en el mundo. Esto destaca que la próxima generación de jóvenes profesionales quiere alcanzar objetivos de los que puedan estar orgullosos. Además, estar seguros de que nuestro trabajo es importante y que nuestros empleadores lo valoran es algo que nos gusta a todos. Y a ellos, también. Reconocer su potencial, así como sus logros es algo que las nuevas generaciones valoran altamente. También resulta indispensable plantearles retos y hallar soluciones creativas para los desafíos que puede haber en el día a día.
A pesar de todo, existe un dato esperanzador que revela que, a pesar de las barreras de entrada al sector, una vez que la población joven accede a la construcción, su percepción cambia viéndolo con buenos ojos y el porcentaje de abandono en el sector es muy bajo. Según un estudio publicado por El Economista, 4 de cada 5 jóvenes que trabajan en construcción se declaran totalmente o bastante satisfechos y 7 de cada 10 recomendaría a otros jóvenes acceder al sector. Por tanto, si se logran superar las reticencias y se actúa en la puerta de acceso, el futuro será prometedor.
Por Mireia Font Martin, directora de la Revista.