Encender la chimenea durante los meses de frío es uno de los mayores placeres del invierno. El calor envolvente, el sonido del fuego y la sensación de hogar crean un ambiente único. Sin embargo, cuando el cristal y las paredes comienzan a oscurecerse por la acumulación de hollín, gran parte de esa magia se pierde.
El hollín es una mezcla de grasa y partículas procedentes de la combustión de la leña. La humedad, la resina y los restos quemados generan una película negra y grasienta que se adhiere al cristal y al interior de la chimenea, dándole un aspecto opaco y sucio. Aunque al principio parece fácil de eliminar, con el tiempo se vuelve más persistente y puede dificultar la visión del fuego.
Uno de los errores más habituales es utilizar productos abrasivos para limpiar el cristal, ya que pueden dañarlo de forma permanente. Para evitarlo, es importante optar por soluciones específicas.
FILA nos propone la solución de usar FILA FUEGO, un detergente especializado para eliminar hollín y grasas en chimeneas, estufas, hornos y barbacoas. Es apto para múltiples superficies como piedra natural y artificial, barro, caravista, refractario, porcelánico, cerámica, cemento o acero inoxidable. Su fórmula en espuma se adhiere perfectamente a superficies verticales, permitiendo una limpieza eficaz sin goteos.
Modo de empleo:
Pulverizar directamente sobre la superficie sucia.
Dejar actuar unos minutos.
En zonas con más suciedad, frotar suavemente con un estropajo no abrasivo.
Retirar con un paño húmedo y secar con papel absorbente.
El resultado es un cristal limpio, transparente y sin restos de hollín. Aunque existen remedios caseros, los productos profesionales garantizan mejores resultados, mayor seguridad y un acabado impecable para volver a disfrutar del fuego con total tranquilidad.
