Las paredes de ladrillo caravista aportan belleza y funcionalidad a cualquier espacio, tanto interior como exterior. Sin embargo, con el paso del tiempo, es común que aparezca un problema muy molesto: el desprendimiento constante de polvo fino o arenilla, conocido como espolvoreo. Este fenómeno no solo afecta la estética, sino que también dificulta la limpieza y puede influir en la salud de quienes habitan esos espacios.
El espolvoreo se debe al desgaste natural del ladrillo o mortero en revestimientos porosos, especialmente cuando no han sido sellados o protegidos adecuadamente. El ladrillo caravista, que conserva su textura y composición original, tiende a soltar pequeñas partículas con el uso o el paso del tiempo. Esto sucede también en otros materiales porosos como barro cocido, piedra natural rústica o grex extrusionado, que absorben humedad y suciedad con mayor facilidad.
Proteger el caravista sin alterar su aspecto natural es una preocupación frecuente. En un caso reciente, una pared con este problema generaba arenilla que caía al suelo, dificultando la limpieza y resultando incómodo para quienes transitaban el espacio. El propietario buscaba una solución que mantuviera el acabado mate y auténtico del ladrillo sin recurrir a pinturas o barnices que alteraran su textura.
La respuesta llegó con CERA MATT de FILA, una cera protectora de acabado mate que consolida materiales porosos y previene el espolvoreo. Fácil de aplicar, esta cera protege la superficie, facilita la limpieza y mantiene la apariencia original del caravista. Además, es ideal para otros materiales interiores como piedra natural, barro natural y grex extrusionado, y puede combinarse con impermeabilizantes para un acabado duradero sin brillo ni resbaladicidad.