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Entrevista a Andrés Pedreira, director del Observatorio de Nuevos Riesgos de Incendio

Materiales incombustibles, la clave para la seguridad.

Riesgo de incendios en edificios

  1. Que el 91% de los españoles esté preocupado por la combustibilidad en fachadas, ¿cómo debería interpretarlo el sector? ¿Estamos ante un cambio real de expectativas hacia edificios ‘más seguros’ o es una preocupación “difusa”?

Creo que, desde el incendio de Campanar en Valencia, se ha percibido claramente que existe un riesgo evidente asociado a determinados procesos constructivos en las envolventes de los edificios. Nosotros notamos muchísima preocupación en aquel momento, pero también una preocupación sostenida después. No ha sido algo pasajero: la gente lo ha visto en vivo y en directo, y eso ha dejado una huella real en la percepción del riesgo.

2. Si la mayoría desconoce qué material tiene en su fachada, ¿qué falla en la cadena de información (promotor-técnicos-instaladores-propietarios)? ¿Cómo se puede corregir desde la obra nueva y, sobre todo, desde la rehabilitación?

Yo creo que falla un poco un poco todo, que hay una cierta tradición de utilizar materiales combustibles sin llegar a haber analizado los riesgos que ello supone y esa tradición, pues está desde el arquitecto hasta el último eslabón que es el instalador que hace la obra in situ. Yo creo que todo ese proceso ha pasado sin que nadie se haya percatado de que realmente, pues esto puede tener un determinado riesgo y que además en obras de rehabilitación estamos empeorando las características del riesgo, desde el punto de vista que antes teníamos una fachada de ladrillo cara vista que no era combustible y ahora lo hemos revestido con un material totalmente combustible y cambia lógicamente todo el comportamiento del incendio edificio y así de cambiar toda la estrategia del edificio, entonces yo creo que ha sido un poco un poco todo. Y después del incendio de la Torre Grenfell de Londres que aquí se haya producido un cambio en el código técnico, pero habrá sido un cambio tan tímido que hemos quedado aun así a la cola de todo lo que era la Unión Europea en requerimientos de revestimientos en fachadas, pues tampoco ha ayudado porque si nunca tienes el amparo de una norma detrás es muy difícil.

3. ¿Crees que la reacción al fuego ya es un ‘valor inmobiliario’ que penaliza o revaloriza edificios? ¿Debería reflejarse en tasaciones, seguros o ayudas públicas a rehabilitación?

Totalmente. Me parece sorprendente que se estén concediendo subvenciones para mejorar la eficiencia energética de los edificios sin exigir, al mismo tiempo, una mejora en la seguridad frente al fuego. Se incentiva la rehabilitación energética, pero no se valora ni se exige adecuadamente que los materiales del revestimiento exterior sean seguros desde el punto de vista de la reacción al fuego, cuando ambos aspectos deberían ir de la mano.

Incendios recientes en España

4. Teniendo en cuenta los incendios de Campanar (Valencia, feb-2024) y el hospital Santa Lucía (Cartagena, nov-2025). ¿Cuáles son las lecciones técnicas más claras sobre diseño, material y ejecución que no deberíamos repetir?

Consideramos que en todos los edificios catalogados como de alto riesgo no debería repetirse el uso de materiales combustibles. Hablamos de construcciones de más de 18 metros de altura, hospitales y cualquier tipo de residencia donde las personas puedan estar durmiendo o tengan una movilidad reducida: residencias de la tercera edad, centros infantiles, lugares con grandes concentraciones de público, así como todos aquellos edificios con una accesibilidad complicada para los bomberos.

En el incendio de Cartagena, la intervención de los bomberos fue especialmente rápida y sencilla; de no haber sido así, el resultado habría sido completamente distinto.

5. Sabiendo que hay edificios sensibles todavía revestidos con sistemas similares, qué plan de actuación recomendarías para comunidades?

Creo que es necesario cambiar la normativa para que situaciones como esta no vuelvan a repetirse. Lógicamente, no se puede aplicar una normativa de manera retroactiva, por lo que sí se puede hacer es que cada propietario o responsable revise el estado de sus fachadas.

A partir de esa revisión, se debe realizar un análisis de riesgos. De este análisis se podrá determinar si el riesgo existente es tolerable o no. Habrá casos en los que, como en el caso de un hospital, no sea aceptable mantener ciertos materiales y será necesario proceder a su sustitución. En otras situaciones, puede que sea posible aplicar medidas correctoras y organizativas que permitan convivir con el riesgo hasta que se disponga de la capacidad económica para sustituir los materiales. Lo importante es conocer la situación, evaluar los riesgos e implementar todas las medidas necesarias para minimizarlo.

 

Lecciones del incendio de la Torre Grenfell en Londres

6. Grenfell evidenció combinación de materiales combustibles + cámara ventilada + normativa permisiva. ¿Qué paralelismos ves con la forma en que aún se proyectan/rehabilitan fachadas en España?

Creo que todavía existen muchos paralelismos. En España seguimos permitiendo su uso en ciertos proyectos. Toda la línea de trazabilidad está implicada, ha sido responsabilidad de todos: técnicos, instaladores, y en general de todos los implicados en el proceso.

Aún no hay suficiente conciencia para revertir esta situación. Muchas instalaciones con materiales combustibles se realizan por desconocimiento de técnicos o instaladores, y por otro lado, los ciudadanos desconocen qué materiales se están utilizando en sus edificios.

Para abordar esto, hemos elaborado una guía visual de materiales combustibles, con la intención de acercar esta información al ciudadano. Así, cualquier persona puede identificar fácilmente los materiales que se están instalando o que ya tiene en su fachada, y tomar las medidas organizativas o preventivas que considere necesarias. Lo más importante es que cada individuo sea consciente y tenga el derecho a conocer en qué nivel de riesgo vive.

7. Tras Grenfell, varios países limitaron materiales combustibles en altura y usos sensibles. En España el CTE sigue permitiendo ciertos sistemas combustibles en fachada por encima de 18 m y sin distinción fuerte por uso. ¿Qué frenos explican esta diferencia técnicos, económicos, regulatorios, lobby, etc.?

Creo que se trata principalmente de cuestiones regulatorias. Desde mi percepción, no es un tema económico. De hecho, en el caso de la Torre Grenfell en Londres, el análisis mostró que cambiar de un material combustible a uno incombustible habría supuesto un coste adicional de solo 40 libras por vivienda, frente a las más de 70 vidas que finalmente se pagaron como consecuencia del incendio. Puede haber otros intereses pero no es que si se exige material incombustible se traslade al ciudadano un coste elevadamente económico, el caso no es ese.

Consejos prácticos para profesionales

  • ¿Qué documentación debería exigir un profesional al comprar/instalar un sistema de fachada para estar tranquilo?

Creo que lo primero que debemos tener en cuenta es que el sistema de fachada es relativamente complejo, compuesto por muchos elementos que deben considerarse en conjunto. Entre estos aspectos, es fundamental conocer cómo envejecen y se degradan los materiales con el tiempo, ya que esta degradación puede afectar significativamente su comportamiento ante un incendio.

Por ello, es necesaria una auténtica labor de investigación y, siempre que sea posible, optar por materiales no combustibles, que ofrecen la única garantía de que su rendimiento frente al fuego no se vea comprometido con el paso del tiempo.

En los ensayos habituales no se evalúan muchos factores relevantes, como la degradación por el uso prolongado o la interacción de todos los elementos del sistema: desde el tipo de anclaje en la pared hasta los distintos componentes que lo conforman. Todos estos elementos suman o restan seguridad frente a un incendio, por lo que es imprescindible tenerlo en cuenta a la hora de proyectar o rehabilitar fachadas.

  • En rehabilitación energética (SATE, fachadas ventiladas, etc.) ¿Qué productos permiten mejorar eficiencia sin aumentar riesgo? 

No se trata de señalar a ningún producto o tipo de material. Sin embargo, cualquier solución constructiva que, en su proceso de validación para su comercialización en Europa, obtenga una Euroclase distinta de A1 o A2 debe considerarse combustible en términos de propagación del incendio. En este sentido, entre los materiales no combustibles se encuentran las lanas minerales —como la lana de roca o la lana de vidrio—, los paneles de fibrocemento, los vidrios ignífugos y determinados morteros especiales, que ofrecen una elevada resistencia al fuego y contribuyen a limitar su propagación.

Existen numerosos materiales incombustibles que se pueden utilizar, con diferentes acabados y posibilidades estéticas. No es una limitación técnica ni estética: es una cuestión de decisión. Tradicionalmente se han usado materiales combustibles, pero hoy existen soluciones incombustibles que funcionan igual desde el punto de vista técnico y energético, y que ofrecen la misma libertad estética que los materiales tradicionales. Hay múltiples opciones en el mercado que permiten alcanzar cualquier resultado deseado.

A veces es necesario romper con la tradición y replantearse lo que se ha hecho “siempre así”. Un ejemplo es el incendio de Hong Kong: allí el problema no fue el uso de bambú en los andamios, sino los plásticos acumulados y la tela exterior que los revestía, que no cumplía ningún requisito de resistencia al fuego. En otros países, por normativa, estas telas ya deben ser resistentes al incendio.

Esto demuestra que muchas veces se trata de parar, observar y analizar el entorno para decidir hacia dónde debemos avanzar en términos de seguridad y materiales.

  • ¿Qué consejos darías para un profesional que compra en almacén para no equivocarse con una fachada?

Si un profesional quiere asegurarse de no equivocarse al seleccionar una fachada, lo principal es comprobar la clasificación de reacción al fuego de los materiales. Lo ideal es que sean de tipo A, es decir, materiales incombustibles, que garantizan un comportamiento seguro ante el fuego.

Además, es fundamental que toda la cadena de materiales cumpla con esa clasificación, porque incluso pequeños elementos que no sean incombustibles pueden comprometer la seguridad. Estos elementos pueden degradarse, deformarse o transmitir el fuego, provocando fallos en la fachada y aumentando el riesgo en caso de incendio.

  • ¿Qué debería preguntar un jefe de obra/instalador al proveedor antes de aprobar un panel o aislamiento?

Lo más importante es tener muy claro el tipo de reacción al fuego del material. Actualmente, este es el criterio principal para evaluar la seguridad frente al incendio. Dentro de la reacción al fuego, los materiales se clasifican  con distintos grados, y es fundamental conocer exactamente en qué categoría se encuentra el producto que se va a instalar.

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